El ego y sus impulsos, sus estímulos. Ese que está tan cerca de nosotros y no vemos, que nos daña y cubre nuestra esencia. El ego, eso de lo que todos hemos oído hablar o hablamos, pero que pocos saben definirlo. No se puede permitir que el ego nos controle, nosotros lo controlamos a él. La causa de muchos de los males del mundo. Como decía Sigmund Freud, "el ego no es el dueño de su propia casa".
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